… y del Caos surgió el Orden (o eso intento) 2 parte

Primera parte del post: … y del Caos surgió el Orden (o eso espero)

Voy consiguiendo dejar el estado de Stand-by en mucho ámbitos, ya he conseguido apretar muchos botones de Play, y otros muchos que aun no los he apretado por falta de tiempo (…uhm… mi eterno rival) pero ya se como abordarlos. Los pequeños Plays no me llevarán mucho tiempo de conseguir, por ejemplo el jailbreak de iTouch duró apenas unas horas, así que el hack del wiimote para conseguir una PDi no creo que me cueste tampoco tanto tiempo.

Ahora bien, falta aun montarme bien el estudio en casa (con los pianos, periféricos de grabación, y software – lo cual incluye conseguirlos y aprender a manejarlos -), terminar de organizar la identidad digital, organizarme el horario de trabajo del año que viene (piscina, planteamiento de las clases, estudio, cursos, investigaciones,…). Ahora mismo todo sigue siendo un Caos, he apretado ya muchos tipos de botones y otros, de muy diversa índole, quedan por apretar. Poco a poco se va haciendo el camino, según lo planificado

Pero dentro de la catalogación de botones de play hay un tipo de botón que aun no había comentado. Son ese tipo de botones rojos gordos, que están protegidos por una carcasa de plástico transparente, la qual tienes que levantar antes de poder apretarlo. El problema viene, cuando la caja se resiste a ser levantada. Cuando uno lo que quiere es bajar el dedo, pero se te obliga primero a ir en la dirección contraria levantándolo. Cuando a uno se le obliga a hacer trabajos sin sentido, que ya antes de empezar se sabe que no van a tener ningún provecho, pero no queda más remedio que hacerlos. Para ser más concreto, noto como si se me obligara a diseñar una fuente tipográfica, sin antes dejarme estudiar (guiado, o por mi cuenta, eso me da igual) de la manera que yo creo más conveniente: diseño tipográfico.

Ahora hay que terminar los trabajos de septiembre, es burocracia, luego ya se podrá iniciar el nuevo blog sobre notación y escritura. Comenzar a plantearse de una manera serena todas las inquietudes y buscar vías de solución. Porque antes de eso, componer, para mi, ya no tiene sentido, si antes no puedo dominar la escritura. No hablo de lenguajes compositivos, no, eso no tiene nada que ver: hablo de la propia grafía.

 

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