Informe McKinsey 0 – Los sistemas educativos con mayor desempeño

McKinsey & Company estudió, entre mayo de 2006 y marzo de 2007, a 25 sistemas educativos de todo el mundo, incluidos 10 de los sistemas con mejor desempeño según el informe PISA de la OCDE, y se analizó que tenían en común, y que herramientas emplean para mejorar los resultados de sus alumnos. Los otros 15 sistemas educativos se reparten entre los sistemas que están experimentando un rápido desarrollo y que han introducido recientemente reformas que han mejorado los resultados de sus estudiantes, y los sistemas ubicados en economías en desarrollo con poblaciones de crecimiento.
Se centró en cómo lo que sucede a nivel del sistema educativo impacta sobre lo que sucede en las aulas, en términos de favorecer una mejor enseñanza y un mejor aprendizaje. Y encontró tres aspectos fundamentales que comparten los sistemas educativos con mayor desempeño:

  1. conseguir a las personas más aptas para ejercer la docencia
  2. desarrollarlas hasta convertirlas en instructores eficientes
  3. garantizar que el sistema sea capaz de brindar la mejor instrucción posible a todos los niños.

En resumen:

Mejoras en la calidad de los resultados escolares y una distribución equitativa de las oportunidades de aprendizaje.

Gastos, reformas y resultados

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A pesar e los sensibles aumentos de gasto en mucho sistemas educativos, apenas algunas estrategias de reforma han dado tímidos resultados; tales como dar mayor autonomía a las escuelas o reducir la cantidad de alumnos en las aulas.
La reducción de la cantidad de alumnos en las aulas tan sólo tiene impacto en los primeros años escolares.
Sin embargo, la variaciones en la calidad docente dominaron por completo cualquier efecto de la menor cantidad de alumnos.

Además de que la reducción de la cantidad de alumnos tiene fuerte implicancia en materia de recursos: menos alumnos significa que los sistemas educativos necesitarán más docentes, lo que a su vez significa que, con el mismo nivel de financiamiento, habrá menos dinero por docente; y al mismo tiempo, dado que el sistema educativo requiere más docentes para poder reducir la cantidad de alumnos, el sistema podría devenir menos selectivo a la hora de designar docentes.

La calidad del docente

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Una investigación demostró que si dos alumnos promedio de 8 años fueran asignados a distintos docentes – uno con alto desempeño y el otro con bajo desempeño – sus resultados diferirían en más de 50 puntos porcentuales en un lapso de tres años.
El impacto negativo de los docentes con bajo desempeño es severo, particularmente en los primeros años de escolaridad. Los alumnos con docentes con bajo desempeño durante varios años seguidos sufren una pérdida educacional que es en gran medida irreversible. La evidencia sugiere que, aun en un buen sistema, los alumnos que no avanzan con rapidez durante sus primeros años de escolaridad por no estar expuestos a docentes de suficiente calibre tienen escasa posibilidades de recuperar los años perdidos.

Diferencias llamativas, similitudes fundamentales

En Finlandia, los alumnos no ingresan a la escuela hasta los siete años, y asisten a clase sólo de cuatro a cinco horas diarias durante los dos primeros años de escolaridad. No obstante, a los 15 años de edad, son los mejores del mundo en pruebas de matemática, ciencias, lectura y resolución de problemas.

A pesar de todas las diferencias culturales y de contexto, los sistemas con alto desempeño hicieron bien y consistentemente tres cosas:

  • Consiguieron a las personas más aptas para ejercer la docencia (la calidad de un sistema educativo tiene como techo la calidad de sus docentes)
  • Desarrollaron a estas personas hasta convertirlas en instructores eficientes (la única manera de mejorar los resultados es mejorando la instrucción)
  • Implementación de sistemas y mecanismos de apoyo específicos para garantizar que todos los niños sean capaces de obtener los beneficios de una instrucción de excelencia (la única manera de que el sistema logre el mayor desempeño consiste en elevar el estándar de todos los estudiantes)

La actuación sobre estos impulsores requiere que los cambios y las mejoras se lleven a cabo en otras partes del sistema, desde las estructuras de financiamiento hasta su gobierno e incentivos. Estándares y evaluaciones rigurosas, expectativas claras, apoyo diferenciado para docentes y estudiantes, suficiente financiamiento, instalaciones y demás recursos esenciales.

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