Civilizando el debate sobre la universidad

Si algo beneficioso se ha conseguido con la maldita/bendita sentencia del Tribunal Supremo que anula la denominación de títulos de Grado en las EEAASS es poner el debate sobre qué hacemos con nuestras enseñanzas a pie de aula.

Hasta la fecha el debate se centraba en (usando palabras de Rubén López Cano) «el falso dilema» de: universidad sí / universidad no.

A partir de ahora, ya empiezan a surgir voces públicas (como Luca Chiantore y el propio Rubén López Cano que nos recuerdan que el debate debería realizarse en otros términos:

universidad sí, ¿pero cómo?

En el blog Papeles Sueltos (de Rubén López Cano) se señala acertadamente:

Se sobrevalora de una manera ingenua las ventajas que se obtendrían con esta inserción. Como si por arte de magia las deficiencias y atrasos en la infraestructura y contenidos de la educación musical se fueran arreglar automáticamente.

Y acierta de forma certera al indicar:

En el debate se está confundiendo el aspecto estrictamente ligar del ordenamiento (estatuto de la titulación, validez. nivel, homologacion, etc.) con problemas de infraestructura y recursos que no necesariamente tienen que ver con lo jurídico.

Enumerando una serie de carencias infraestructurales que van más allá de los propios edificios de centros:

Tenemos una infraestructura de publicaciones musicales que da vergüenza; un nivel de discusión bastante deficiente y un atraso considerable en la actualización de métodos, discursos y políticas académicas en investigación y pedagogía […]

Por su parte, Luca Chiantore avisa que :

Todos los que hemos contactado con la universidad hemos acabado decepcionados con determinados aspectos de su funcionamiento. Pero sí representan, en el sistema de pensamiento surgido en occidente, un referente para una manera de entender la cultura.

Ruben López Cano apunta:

El conservatorio en la universidad no cambia la idiosincrasia del profesor artesano-músico. Al contrario, éste presiona para que la estructura universitaria se adapte a su idiosincrasia.
No hace que los alumnos se interesen automáticamente por las humanidades o las ciencias.

[…]

El clásico: que la investigación se equipare a la creación de obra o interpretación de música. Eso es de lo más difícil de gestionar. Profes que quieren que un disco se equipare a una publicación científica. El debate no termina.

Sobre este aspecto de la investigación Luca Chiantore recalca:

[…] habría que debatir largo y tendido para determinar qué podría significar “doctorado en danza” o “doctorado en música”, y ésta es una discusión de fondo. Una “tesis doctoral” supone plantear una hipótesis y desarrollar un trabajo para llegar a crear nuevo conocimiento. Pero ¿qué significa esto en el mundo artístico?

[…]

tal como se está desarrollando en muchas instituciones, más que un doctorado en música parece un modo para hacer lo mismo que en un master, pero multiplicado por dos: mucho tocar, pero el concepto de “investigación” sigue bien lejos. Sin embargo, el derecho a estar en la Universidad te lo juegas precisamente allí: en el doctorado, que es donde la universidad encuentra su razón de ser y que es lo que realmente marca la diferencia entre el mundo universitario y todo lo demás.

Acerca del la rentabilidad académica de la inserción de las EEAASS (en concreto, las musicales) sigue Luca Chiantore:

[…] depender del Presupuesto General de Universidades es muy delicado. Cómo explicarles a instituciones que meten a 200 alumnos en un aula, y con ello sacan doctorandos que trabajan en proyectos de investigación pagados por empresas privadas, que un conservatorio necesita formar a un instrumentista mediante una carrera llena de clases individuales, y que ese mismo instrumentista, cuando llega al doctorado, es para hacer conciertos tal vez maravillosos, pero que jamás llegarán a ser un negocio para nadie, si no es con ayuda pública […]

También es cierto que algunos centros superiores en España (ESMUC y Musikene) ya gozan de algunas de las ventajas que se obtendrían de la adscripción a la universidad. No olvidemos que estos centros superiores mencionados tienen una situación jurídica peculiar, ya que son centros regidos por fundaciones. Luca Chiantore nos recuerda que estos centros en cierta manera poseen ya: flexibilidad presupuestaria, amplios recursos bibliograficos (analógicos y digitales), oficina Erasmus, reconocimiento como centro investigador.

A este respecto, José María Bretos Linaza habla sobre la singularidad de estos centros en la revista Trabajadores de la Enseñanza:

El modelo de centro público vinculado a una fundación, común a Musikene en Euskadi y la ESMUC en Cataluña, se entiende bien en este contexto, puesto que constituye un intento de conseguir centros con entidad jurídica, intentando paliar en lo posible las limitaciones insoslayables de la normativa básica. Sin minusvalorar Ios logros positivos que dicho modelo ha conseguido en los centros en que se ha aplicado, no se puede negar que resulta un tanto forzado, puesto que la entidad jurídica se logra a partir de un ente intermedio entre Admínistración y centro en la forma de una fundación, de modo que es la fundación la que goza de entidad jurídica y no el centro. Por tanto, el problema fundamental de conseguir un estatus pleno de autonomía no está resuelto completa mente, porque quizá no pueda estarlo, a menos que se modifiquen aspectos sustanciales de la normativa educativa que le compete, por ejemplo, aprobando una ley propia para las Enseñanzas Artísticas Superiores.
Tal es así, que los problemas que Musikene ha padecido en su pasado reciente son una evidencia clara de que su modelo institucional sufre las debilidades antes apuntadas, las cuales pueden resumirse en que goza de una autonomía delegada y no soberana. Así, tal autonomía delegada puede tener cambios relevantes, o, incluso, suprimirse, según sea la política edu, cativa de una determinada Administración.

Como coda creo conveniente citar de nuevo a Luca Chiantore:

Y la alternativa es la que conocemos bien: que cambie el epígrafe para que todo siga igual. Yo seguiré haciendo lo posible para llevar el debate adónde me parece que tiene sentido

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *